Los motores rugen al cielo ferozmente , empañando las estrellas de humo y gasolina .
 La oscuridad torna las miradas y oculta los malos pensamientos y las malas intenciones .
Aquella oscuridad que llevaba a su lado durante un tiempo, de algún modo estaba convencido de que si conseguía cruzar aquella oscuridad , llegar a la meta , el mundo le devolvería lo que le debe .
Se monta en el coche , línea de salida . Si todo hubiese sido de otro modo , no estaría ahí , jugándose la vida, pero el destino cruel y caprichoso le ha puesto tan a prueba que esta es la única salida que encuentra para poder recordar .
Ajusta los espejos y observa un instante su reflejo . No se reconoce .
A veces llegan momentos en la vida en los que te miras al espejo y ya ni siquiera te reconoces . Y no siempre el cambio es para bien , a veces solo ves un extraño que te devuelve la mirada en el espejo .
A veces la vida te pone tan al límite , que hasta tu propio reflejo te aterroriza . Entonces ,es cuando entiendes esa frase de : el fin justifica los medios , el problema llega cuando pierdes el fin y te pierdes a ti mismo .
Hay situaciones en las que daríamos años de nuestra vida por revivir tan solo unos segundos . Él lo sabe bien .
Quizá esté haciendo toda aquella locura , jugándose la vida , solo por la mínima ilusión de que al correr , al jugarlo todo a un perder o ganar , el recuerdo de ella le vendría a la cabeza una vez más .
Un sin fin de imágenes llegan a su cabeza en un segundo . Cierra los ojos . Quizá él también se estuviese volviendo un poco loco .
El resto de coches se preparan también junto a la línea de salida .
La gente se amontona alrededor de ellos . No pretenden animar , si no tratar de ver un ápice de temor en sus rostros , una mínima señal de achante que alimentase los rumores y las apuestas .
Pero su expresión es ilegible, dura , fría , impasible .
Una chica con un vestido rojo ceñido se pone a unos metros de ellos , sostiene un pañuelo blanco en sus manos .
Su piel era del mismo blanco pálido , parecía porcelana .
La chica mueve el pañuelo unos segundos , creando tensión , hasta que lo deja caer con un exagerado movimiento de brazos .
Pisa el acelerador . Ya no hay marcha atrás .
Entonces como esperaba , su recuerdo le envuelve una vez más , ella en el asiento del copiloto , ella con sus vestidos negros ajustados , ella y su cabello rubio alborotado , ella y su pintalabios rojo , ella y su lunar en la espalda , ella junto a él ganando , ella colándose en su vida cada noche .
Acelera , cuando la suerte está echada , lo único que te queda es tratar de averiguar cuando empezó todo . Y él lo recuerda bien , ella le enseñó aquella lección : la gloria es solo de los héroes .